ACTIVIDADES DEL BIBLIOTECARIO ESCOLAR
Las actividades del bibliotecario escolar
Actividades de apoyo pedagógico
En estas actividades, el bibliotecario es un agente educativo que realiza, desde su biblioteca, un trabajo de mediación de lectura y escritura especialmente diseñado para su comunidad escolar. Entre ellas están:
• Pactar con la coordinación académica un horario de visitas de todos los grados de la institución a la biblioteca, con regularidad semanal o quincenal. En estas sesiones se desarrollarán talleres de biblioteca con cursos completos para que cada estudiante tenga por lo menos cincuenta minutos semanales de atención en biblioteca. Esta atención se debe prestar a grupos con una carga académica de veinticinco horas lectivas a la semana.1
• Planear de manera independiente el trabajo pedagógico que se realizará en las cuarenta sesiones anuales fijas de los cursos en biblioteca una sesión lectiva por semana para dar cumplimiento a las funciones pedagógicas propias de la biblioteca escolar sugeridas por el Ministerio de Educación Nacional.
• Ofrecer espacios adicionales en el horario semanal para la reserva flexible de tiempo y visita ocasional de los docentes, con sus cursos o subgrupos, para realizar sesiones de trabajo compartido que apoyen la programación académica del docente.
• Brindar atención individualizada a lectores que asisten en recreo, en horas de descanso o en contrajornada para hacer sus deberes escolares o para disfrutar lecturas recreativas.
• Propiciar un trabajo conjunto con los docentes que adelantan proyectos con los equipos de grado o de sección para conocer la mejor forma de apoyar su trabajo desde los talleres de biblioteca o para coplanear con ellos sesiones de trabajo en biblioteca.
• Formar parte del equipo pedagógico del Proyecto Institucional de Lectura, Escritura y Oralidad (PILEO), proponiendo materiales, espacios y actividades que permitan enriquecer y llevar a cabo sus estrategias, tales como lectura silenciosa sostenida, cambalache de libros, clubes de lectura, cineclubes y talleres de escritura, entre otros.
Actividades de gestión
Las actividades de gestión comprenden coordinar, organizar y prestar servicios que permitan a los lectores acceder y usar de manera solidaria los recursos bibliográficos y en otros soportes de la institución. Se trata sobre todo de procedimientos de registro y control del material para que su acceso y uso sea lo más equitativo y oportuno posible entre todos los grados, áreas y secciones del colegio. Entre ellos están:
• Organizar la colección técnicamente, usando la catalogación de bibliotecas escolares que separa las colecciones por soportes y, dentro de estas, los materiales de referencia, ficción e información. Es decir, los libros de información por su número de clasificación y los de ficción o literatura por los colores de los tejuelos del lomo y su clave de autor.
• Separar los textos escolares y las copias múltiples de obras en el bibliobanco, para manejarlo con tiempos y mecanismos de préstamo distintos a los de la biblioteca. Recuerde que los textos escolares no se catalogan ni procesan en la biblioteca escolar.
• Señalizar la colección para que los usuarios encuentren fácilmente lo que buscan.
• Organizar los espacios internos de la biblioteca para poder albergar cursos completos, en simultánea, con orden y disciplina.
• Hacer visibles para los usuarios los procedimientos de búsqueda de los libros y los protocolos para sacar prestado un libro.
• Organizar equipos de apoyo con el servicio social del estudiantado, padres voluntarios y amigos de la biblioteca.
• Desarrollar las colecciones con un plan de compras, intercambios y préstamos interinstitucionales. para ofrecer la información y los temas requeridos por las áreas de énfasis del Proyecto Educativo Institucional (PEI).
• Elaborar carteleras que hagan visibles los servicios de la biblioteca, promuevan nuevos títulos o temas y estrategias que se están trabajando.
• Controlar la circulación de los materiales prestados al aula y externamente, con el mecanismo manual de fichas de préstamo y fichas de lector para registrar la salida de los libros de biblioteca y su devolución y reintercalado.
• Llevar estadísticas de circulación, de visitas de grupos e individuos, y de consulta en sala.
• Elaborar informes mensuales de las actividades realizadas en las horas de talleres pactadas y aquellas que son coplaneadas o en horario extendido.
• Revisar el estado de la colección, su intercalado y la necesidad de posibles acciones de reparación y adquisiciones.
• Realizar el inventario de la institución, al comienzo y final del año, verificando faltantes, daños y necesidades de mantenimiento y reparación de colecciones, amueblamiento, equipos e infraestructura.
• Mantener la biblioteca organizada, limpia y acogedora.
El desarrollo de las actividades
El bibliotecario escolar debe administrar su biblioteca un poco como se lleva un hogar. Tiene que establecer rutinas diarias, semanales, mensuales y anuales, para que «la casa» esté habitable, limpia y ordenada. Así como tenemos actividades de higiene diaria, hacemos mercado semanal, cumplimos con el presupuesto de servicios públicos mensuales y pagamos impuestos todos los años, la biblioteca escolar tiene sus propias dinámicas establecidas. Las rutinas diarias de una biblioteca escolar aseguran que la circulación esté al día, que los libros estén en los estantes en el orden correcto y que los libros y materiales que se requieren en el horario diario de talleres estén listos para su uso.
A continuación se presenta una serie de rutinas de la biblioteca escolar organizadas por frecuencia. Trate de adaptarlas para su propia situación y piense en otras actividades según su contexto. Recuerde que la experiencia cotidiana y la experiencia sostenida en el tiempo hacen docentes bibliotecarios.
Día a día
Al comienzo de la jornada
• Abrir la biblioteca y las ventanas para ventilar. Encender los equipos como los computadores, el aire acondicionado y los estabilizadores de voltaje.
• Leer rápidamente las etiquetas de los libros en los estantes: ¿está todo en su puesto?
• Revisar las actividades programadas con los cursos del día (generalmente son cinco talleres de biblioteca diaria, más los espacios sin clase y de una a tres horas o periodos lectivos, dependiendo de si se trata de jornada corta o jornada única), alistar los materiales y útiles de cada sesión (libros, fotocopias, útiles, etc.), repasar rápidamente lo que va a hacer.
• Tener presentes a los usuarios morosos de devolución de libros entre los cursos que va a recibir en el día.
Durante la jornada
• Ayudar a localizar materiales o libros solicitados.
• Hacer el préstamo de materiales.
• Recibir devoluciones.
• Poner en reserva libros solicitados por los docentes para los cursos que los van a usar.
• Realizar talleres de lectura, de formación de usuarios y de ampliación de conceptos de acuerdo con la planeación de la biblioteca o la coplaneación con el docente y sus grupos visitantes.
• Asesoría de tareas.
• Registro de las actividades en fichas pedagógicas.
• Registro de asistencia en sala de estudiantes en horas de recreo, descanso o contrajornada.
Mes a mes
• Cambiar la decoración de paredes y techos, así como las carteleras según el tema, autor, género o calendario escolar.
• Reparar libros y forros, y cambiar de tarjetas de préstamo llenas.
• Enviar notas recordatorias a usuarios morosos.1
1-Información tomada del documento herramientas para la biblioteca escolar I, gestión y organización de la biblioteca escolar, serie Rio de Letras, manuales y cartillas, Plan nacional de lectura y escritura.
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